¿Ser o no ser madre?

Algunas personas lo tienen claro: la maternidad siempre fue su sueño. En su proyección de vida, se veían siendo madres, criando a sus hijos y formando una familia. 

Asimismo, hay otras mujeres que están determinadas a desarrollarse profesionalmente y que no ven que en ese camino puedan ser madres.

Sin embargo, no todas las personas tienen tan claro el horizonte. Si te encuentras en la disyuntiva de si ser madre o no, continúa leyendo.

¿Cómo saber si quiero o no quiero ser madre?

Sin dudas, ser o no ser madre no es una decisión que se tome a la ligera ni de un día para el otro. Por ello, saber si quieres o no ser madre no es algo que puedas definir tan rápido. 

No obstante, para reflexionar, pueden servirte estas preguntas:

• ¿Qué estilo de vida es el que quiero?
• ¿Me importa el reloj biológico?
• ¿Pienso que siendo madre repetiré los patrones de crianza de mi madre o puedo crear nuevos modelos de maternidad?
• ¿Estoy tomando la decisión en base a lo que mi pareja quiere? 
• ¿Pienso en la maternidad únicamente desde la posibilidad biológica?

Factores que te hacen poner en duda la maternidad

Respondidas las preguntas anteriores, puede que todavía tengas dudas y esto no es para nada anormal. Antes, ser madre era prácticamente obligatorio, pero hoy el mundo ha cambiado y las mujeres tenemos más poder de decisión sobre el asunto.

En ese sentido, hay factores  comunes que pueden ponerte en duda, como: 

1. La edad: al iniciar la década de los '30 podemos comenzar a sentirnos presionadas y esto es así porque, biológicamente, es recomendable llevar un embarazo hasta los 35 años. Luego, puede (o no) convertirse en un riesgo para nuestra salud. 
2. Deseos precibidos como incompatibles con la maternidad (como estudiar, viajar por el mundo, buscar nuevos trabajos, entre otros).
3. Miedos: nos preocupa que nuestro cuerpo cambie, que nuestra salud se vea afectada, que haya riesgos o dolor en el parto o que repitamos una crianza que no nos gustó de nuestras madres con nuestros hijos.
4. La pareja: puede que nuestra pareja desee con muchas ansias tener hijos o, por el contrario, que no lo quiera para nada. Y esos deseos pueden ser incompatibles con los nuestros.
5. Procedimientos alternativos o adopción: las mujeres que no pueden quedar embarazadas o que desean ser madres solteras se plantean la opción de congelar sus óvulos o adoptar niños. Sin embargo, las implicancias legales y procedimentales las hacen entrar en duda.
6. La incertidumbre: claramente no podemos saber cómo seremos como madres ni cómo nos irá con la maternidad, lo que también representa un gran desafío.

¿Cómo desbloquear mi decisión de ser o no ser madre?

Una técnica muy efectiva a la hora de pensar en la maternidad es revisar nuestras creencias en torno a ella. Así, por ejemplo, en vez de pensar que no se puede estudiar y ser madre al mismo tiempo, podríamos ver todas las experiencias de mujeres que lo han logrado.

Asimismo, si nos sentimos en la obligación de tener hijos, podemos revisar si es un deseo nuestro o de nuestra familia o pareja. A veces no nos lo hemos planteado y cuando lo hacemos, descubrimos que lo habíamos dado por hecho. 

También podríamos averiguar acerca de los distintos métodos e informarnos bien para poder tomar la mejor decisión. Realizar ejercicios de autoconocimiento es otra buena forma de tener mayor claridad.

Finalmente, si sentimos que lo necesitamos, podemos buscar ayuda profesional y entonces lograr definirnos a través de un proceso terapéutico.

Importante: el abordaje de este artículo no se puede generalizar. Para obtener un diagnóstico y herramientas adecuadas a tu caso en particular, debes realizar una consulta con un profesional.