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Dinámicas comunes de una relación “tóxica”

Dinámicas comunes de una relación “tóxica”

Si tienes un vínculo con otra persona y dudas de si lo que están construyendo es sano o insano, este artículo te servirá.

Se habla mucho de la toxicidad: “¿cómo está la tóxica?”, “te llama el tóxico”, “sos muy tóxica”. A veces, a modo de “chiste”, otras, en modo despectivo, otras, como algo “normal”. La realidad es que muchas personas usan esta palabra como un calificativo, sin darse cuenta el daño que pueden causar.

Y es que quienes viven relaciones con dinámicas de este tipo sufren de verdad: sienten constante angustia, preocupación, ansiedad, temen por lo que pueda pasar y también, por el futuro de su relación. 

Evidentemente, no es nada lindo sentirse así. Sin embargo, en algunas ocasiones podemos sumergirnos tanto en la pareja y llegarnos a preguntar si tal vez los demás tienen razón. 

Ahora bien, ¿cómo saber que te encuentras en una relación insana?

¿Qué es una relación tóxica?

Las relaciones “tóxicas” son vínculos donde se repiten algunos patrones de comportamiento que hacen sufrir a las parejas. Suelen vivirse como relaciones donde hay discusiones constantes, temor abrupto a que se pierda la relación y heridas emocionales profundas, tanto para un miembro como para los dos. 

Se atraviesan con intensidad y pueden afectar, incluso, a personas que están fuera de la pareja. El caso de la relación China Suarez-Icardi-Wanda Nara es un ejemplo: ex parejas comprometidas por mantener algún tipo de vínculo que los une o los unió (hijos, reputación, bienes, etc.), supuestos amarres que habrían unido a la China con Icardi, rumores de embarazo, peleas muy fuertes entre Wanda e Icardi y otros signos de una relación hipertóxica.

¿Cómo me doy cuenta si estoy en una relación tóxica?

Hace poco lo mencioné en mi podcast, pero quiero repetirlo porque es un factor común, un indicador en estos vínculos: cuando la otra persona comienza a decirnos frases como “solo vos lo ves así”, “yo soy quien tiene razón”, “tendrías que preguntarle más al resto”, “lo que decís no es tan así” nos encontramos ante señales claras de algo “tóxico”

Otro indicio importante es el “gaslighting”, es decir, cuando empiezas a dudar de tus propias percepciones y emociones luego de enfrentar a tu pareja y que te niegue todo. También es una señal el sentir que tienes que medir constantemente tus palabras o comportarte de cierta manera para evitar discusiones o conflictos.

¿Cómo sé si yo soy “la tóxica”?

Ahora bien, si en tu caso piensas que tu comportamiento puede ser insano, deberías revisar algunos puntos: 

  • Primero, si en tu vida atravesaste muchas inseguridades e incertidumbre.
  • Segundo, si puedes haber volcado esas dificultades a tu vínculo y entonces se haya tornado demandante, posesivo, indiscreto, sin tolerancia a los límites y dependiente.
  • Y tercero, si vives sintiendo peligro de perder al otro.

Finalmente y por lo general, las personas que sufren la “toxicidad” suelen ser muy demandantes con ellas mismas y los demás. 

Reconozco que soy “la tóxica”: ¿Cómo cambió?

Si luego de revisar los puntos anteriores sientes que tienes actitudes “tóxicas”, lo más urgente e importante es no juzgarte: no te enjuicies, no te maltrates. Cada caso es particular y cada relación es particular.

Si sufriste un trauma o que aprendiste patrones de relaciones insanas en tu infancia o adolescencia, es probable que hoy lo traslades a tus relaciones. Te pregunto entonces, de nuevo y sin intención de justificar nada: ¿qué tan tóxico ha sido tu comportamiento? 

Una vez que entiendas lo anterior, si deseas cambiar debes mirar hacia adentro tuyo, conocerte, hacer introspección y comenzarte a relacionar mejor, primero, contigo misma. Con tu autoestima trabajada será más sencillo que comiences a expresar tus emociones de forma asertiva y que dejes de culpar a los demás.

¿Debería hacer terapia?

Si te sientes identificada con lo que se habló en este artículo, la terapia te ayudará a trabajar en esos “baches”, además de establecer y gestionar nuevas emociones. Si quieres iniciar, puedes reservar tu lugar a través de este enlace. Y si tienes dudas sobre si deberías hacer terapia o no, puedes consultar este documento. 

Importante: el abordaje de este artículo no se puede generalizar. Para obtener un diagnóstico y herramientas adecuadas a tu caso en particular, debes realizar una consulta con un profesional. 

Si tienes un vínculo con otra persona y dudas de si lo que están construyendo es sano o insano, este artículo te servirá.

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