¿Cómo saber si tu pareja te está manipulando?

¿Sentiste alguna vez una gran angustia por ser contradecida por tu pareja? ¿por ver que llegaba tarde a casa o por encontrar fotos o situaciones comprometedoras y que lo negara? Entonces, estuviste frente a situaciones de manipulación. Si no te diste cuenta hasta el momento, no te culpes: es más normal de lo que crees. Sin embargo, detectarlo no es tal fácil. 

Para que lo veas más claro, cuando estamos en pareja, confiamos en ella y en lo que nos dice. Por ello, cuando le realizamos plateos como los anteriores y nos los niega, dudamos de nosotras. 

Esta forma de manipulación es llamada “gaslighting” (o luz de gas) y funciona como si nos rociaran de un gas para borrar eventos o minimizar distintas situaciones que para nosotras eran graves. Pero no es la única forma de manipulación.

Para que puedas detectar los distintos modos y saber si tu pareja te está manipulando, continúa leyendo. 

¿Qué señales delatan que mi pareja me está manipulando?

Además de las antes señaladas, una táctica muy habitual de manipulación que podría utilizar tu pareja es culparte o victimizarse en repetidas oportunidades. En ese sentido, podría decirte que debes tenerle paciencia, que está pasando por un mal momento o que nadie lo entiende. Y también podría decirte que “eres débil”, que “algo habrás hecho”, que “siempre te equivocas” o que “eres muy intensa”. 

Por su parte, los manipuladores también pueden utilizar la técnica del aislamiento social para alejarte de personas que le resultan una amenaza. Y no solo lo hacen cuando ven a alguien de su mismo sexo cerca de tí, sino cuando ven que amigos o seres queridos te dicen cosas que le dificultarían controlarte.

Finalmente, las parejas que manipulan suelen controlar distintos ámbitos de nuestras vidas, como los gastos, las salidas, los ámbitos de recreación, lo que nos gusta y no nos gusta, limitando nuestras acciones hasta borrar nuestra identidad. 

¿Por qué puede manipularme?

Ahora bien, puede que te estés preguntando por qué tu pareja puede manipularte, por lo que te voy a dar algunas respuestas: 

• Primero, no es porque tengas “la culpa” de algo, sino porque has naturalizado estas actitudes al ver vínculos similares. Me explico: probablemente tus padres o personas de tu familia de origen mantenían una relación parecida, donde uno de ellos era el culpable y el otro no se hacía cargo de situaciones que debía asumir. Entonces, tomaste a este tipo de vínculos como vínculos “normales”. 

• Segundo, porque no te la crees: viviste en ambientes tóxicos toda tu vida y aunque tengas mucha empatía y habilidades para relacionarte y resolver situaciones, no puedes verlo y el manipulador se aprovecha de eso. Lo que hace concretamente es utilizar todas tus habilidades para sí y, cuando no le conviene, te hace sentir culpable y ataca tu talón de Aquiles. Así, por ejemplo, te dice que “siempre estuviste loca”, sabiendo que esta frase te puede movilizar y doler. 
• Y tercero, porque nunca aprendiste a poner límites y entonces ejerce el control sin resistencia alguna.

Si quieres saber si sufres de dependencia emocional,  este test orientativo te ayudará a entenderlo. 

Yo como pareja, ¿puedo ayudarlo?

Más que ayudarlo, lo importante es que pienses en tí. Contar con una red de apoyo como los amigos es muy importante, ya que ellos saben escucharnos, entender y señalar este tipo de actitudes, aunque nos cueste escucharlos. Además, un terapeuta entrenado en este tipo de casos podría ayudarte muchísimo a cuidar tus propios límites y bienestar. 

En el caso de él, debería querer cambiar en verdad para dejarse ayudar. El problema es que las personas manipuladoras no suelen reconocer su conducta ni disponerse a cambiar, ya que la manipulación suele servirles como una herramienta para controlar, protegerse o satisfacer necesidades emocionales no resueltas. 

Del único modo en que podrías acompañarlo es trabajando en tu autoestima, expresándole cómo te hace sentir y sugiriéndole ayuda profesional. 

Este artículo llegó hasta aquí, pero si lo necesitas, puedes escribirme a través de este enlace. Y si te gustaría empezar a trabajar en tí de manera inmediata, descarga esta guía.

Importante: el abordaje de este artículo no se puede generalizar. Para obtener un diagnóstico y herramientas adecuadas a tu caso en particular, debes realizar una consulta con un profesional.